4.jpg

Cuando la Sexta División de infantería, fue enviada a Nueva Guinea, esta se envió tras las líneas enemigas con de Australia-Nueva Guinea, la Unidad Administrativa (ANGAU) estaba para recolectar información de inteligencia y persuadir a la población local al lado de los australianos.

Se acababa de pasar días caminando en forma precipitada por la pista y además estaba en la organización de Wau, que entregaba los suministros para continuar en el Sepik, hacia el mediodía cuando el 8 de enero vio un B-17 volando lentamente por el valle a 2000 pies.

La tripulación fue a tirar municiones y equipos desde el avión, después de ganar algo de altura, desapareció en las montañas en las cercanías de Kaisenik.

Partes de equipo de rescate fueron enviados desde Wau y equipos a cargo de John Smith, junto con la gente de la aldea de Kaisenik, fue el primero en llegar al sitio del accidente.

Para los estadounidenses “era inmenso el alivio porque pensaban que habían ganado en territorio enemigo”.

Lamentablemente, el artillero de cola, el sargento Henry Bowen, murió en la montaña. El padre (del autor de este relato), que también había sido enviado para localizar a los supervivientes con frascos de café caliente, ayudó y llevó a los lesionados de nuevo a Wau.

Esta es parte de un relato contado por un turista estadounidense en su visita a Guinea.

Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el permalink.