Capital – Conakry
Población – 2.000.000 hab. (2002)
Ciudad más poblada – Conakry
Idiomas oficiales – Francés (oficial)
Guinea, oficialmente la República de Guinea (en francés: République de Guinée), y a veces llamada “Guinea-Conakry” para diferenciarla de las otras Guineas, es un país de África occidental, antiguamente conocido como Guinea Francesa. Limita con Guinea-Bissau y Senegal al norte, Mali al norte y noroeste, Costa de Marfil al sureste, Liberia al sur y Sierra Leona al oeste.
En parte de lo que es ahora Guinea, muchos imperios surgieron y cayeron. Entre ellos el Imperio de Malí creado por Sundiata Keita, quien derrotó al rey de los Sosso, Soumaoro Kanté en la batalla de Kirina en 1235, con la cual terminó el Imperio Sosso.
El Imperio de Malí comprendía partes del área norte de Guinea que fue gobernada por mansa (emperadores). El más famoso fue Kankan Musa I, que hizo una famosa peregrinación hacia La Meca en 1324. El Imperio de Malí cayó presa de los invasores almorávides que venían del norte de África, que estableció el Imperio Songhai, el cual cayó a manos de los mauríes en 1591.
Los musulmanes Fulani migraron a Futa Ŷallon en Guinea Central y establecieron un estado islámico de 1735 hasta 1898 con una constitución escrita y gobernadores alternados.
Los aventureros europeos comenzaron el comercio de esclavos en la región costera de Guinea desde el siglo XVI hasta el siglo XIX.
La actual Guinea fue creada como colonia por Francia en 1890 con Noël Balley, siendo el primer gobernador. La capital, Conakry, fue fundada en la isla Tombo en 1890. En 1895 el país se incorporó al África Occidental Francesa.
Independiente de Francia desde 1958, Guinea no tuvo elecciones democráticas hasta 1993, cuando el general Lansana Conté (jefe del gobierno militar) fue elegido presidente en una reñida votación. Las supresiones de la seguridad continúan, aunque no tan severas como en las primeras décadas. Reelecto en 1998, el presidente se enfrentó a la creciente crítica en 1999 por su encarcelamiento de un principal líder de la oposición y el extenso malestar económico. Los desórdenes en Sierra Leona también continuaron amenazando la estabilidad de Guinea.
