Durante la Segunda Guerra Mundial, la pequeña ciudad de Port Moresby se transformó en un gran campamento militar y habían decenas de miles de tropas durante las campañas del Pacífico.

Al final de la guerra Port Moresby fue la única ciudad de gran tamaño en Papua Nueva Guinea donde fue elegido por el gobierno de Australia y la administración a ser la sede de gobierno.

Este fue el comienzo de la deriva urbana que atrajo a la gente de casi todos los grupos tribales de Papua Nueva Guinea a la ciudad, así como atraen a una gran población de extranjeros.

Ahora es una ciudad cosmopolita, que abarca el siglo XX, con la tecnología y el desarrollo, procurando al mismo tiempo mantener los valores tradicionales de su variada población.